Iturbide: La Puerta del Sur del Estado de Nuevo León, México.

 
 

                     

                

            

                           ¿Algún Error?


Oh, To Be …


“Oh, to be an eagle

  And to soop down from a peak

   With the golden sunlight flashing

  From the fierce hook of my beak.


  “Oh, to be an eagle

  And to terrify the sky

  With a beat of wings like thunder

  And a wild, barbaric cry.


  “Oh … but why keep dreaming?

  I must learn to be myself”

  Said the rubber duckling sadly

  On its soapy bathroom shelf. 


Richard Edwards (1949 - )



¡Oh!, Ser …


“¡Oh!, ser un águila

Y desde una cumbre bajar de picada

Con destellos de sol de oro

Del feroz gancho de mi pico.


“¡Oh!, ser un águila

Y aterrorizar el cielo

Con batir de alas como trueno

Y salvaje y bárbaro grito.


“¡Oh!, ¿pero por qué seguir soñando?,

Tengo que aprender a ser yo mismo”

Dijo tristemente el patito de hule

En su repisa jabonosa del baño.


   Richard Edwards (1949 - )



Supongamos que decidimos principiar revisando el video “600 frases en inglés para aprender -con audio en español-”. De entrada notamos en la quinta expresión (“I´m sick”): 1. el uso de la contracción de dos palabras (I am = I´m), 2. que la misma letra tiene diferente pronunciación en dos palabras contiguas (I´m sick) y 3. que una letra es muda (la c). Con un poco de práctica notaremos: a. cómo se segmentan las oraciones en diferentes trozos (I´m / tired), b. cómo los actores de voz al decir la misma expresión dan énfasis a diferentes palabras, lo mismo que en español: a no me importa, o no me importa (I don´t care or I don´t care), y c. algo que tal vez no debiera ni mencionarse, que como seres humanos con frecuencia cometemos errores, ¿modificamos el título del video a “600 frases para aprender inglés” en lugar de “600 frases en inglés para aprender” ?.  O, ya en la práctica, la traducción de “I´m sick”  de “estoy enfermado” por “estoy enfermo”. Aunque los actores de voz sean bilingües o políglotas (o por eso), saben bien que el principal objetivo al aprender a usar un idioma es lograr la comunicación, no el ganar premios Oscar o Novel de literatura.


Ya encarrerados en el aprendizaje de “la nueva” lengua, podremos preguntarnos si hay algunas formas más efectivas de memorizar las oraciones, sean simples, coordinadas o subordinadas, y mágicamente aparece la respuesta: sí, segmentándolas para aprender por separado cada trozo o unidad antes de encadenarlas como un todo. ¿Cómo aprendimos oraciones religiosas largas, el Himno Nacional, poesías, canciones, etc. si no fue así?.


La novedad con la modificación de la conducta es que el encadenamiento puede realizarse hacia adelante o hacia atrás, pero para eso tendremos que establecer primero los segmentos o eslabones de forma aislada. Supongamos que estamos practicando la expresión “This is smaller than that” o “Esto es más pequeño que eso”, podemos fragmentarla en cuatro segmentos: “This / is smaller / than / that” y practicar las unidades de izquierda a derecha “This / is smaller ...” o de derecha a izquierda “that / than  / ...”, para terminar siempre el ejercicio en el orden “correcto” para nosotros (izquierda-derecha).


La segmentación del mensaje en unidades con sentido o significado nos facilitará la comprensión, para no memorizar de “carretilla” o sin entender la canción, poema o texto y, en caso de que ese sea nuestro objetivo, traducirlo en forma más adecuada al irlo corrigiendo y puliendo sobre la marcha, al revisar y editar lo que estemos aprendiendo.


En la vida humana nada es perfecto, y menos al primer intento. Rara vez lograremos algo de forma inmediata o totalmente gratuita y sin ningún esfuerzo, aunque haya varios nombres para llamarle a eso cuando parece suceder: suerte, casualidad, iluminación, revelación, epifanía, “insight”, chispazo, etc., pero incluso en esos casos hubo actividad previa encaminada en ese sentido, si no ni nos hubiéramos dado cuenta de “haber alcanzado nuestra meta”.


Con algo de práctica, llegará el momento en que digamos o realicemos toda la cadena conductual bajo aprendizaje como un sola unidad en forma “casi automática”, como mueve las patas el ciempiés o cuando andamos en bicicleta o zancos, pero no olvidemos “darnos” palmaditas en el hombro, reconocer nuestros logros o “echarnos porras” con frecuencia.


Cada quien decidirá cuándo emplear o no un procedimiento, dependiendo de si sólo quiere desarrollar las habilidades verbales “pasivas”, para reconocer lo que escuche o lea (recepción de información), o también las “activas”, al hablar y escribir (producción). A nosotros como hispanoparlantes nos ha sido muy útil el encadenamiento, p. ej. para usar de forma correcta en inglés las preposiciones sin estar pensando ¿cuál será: “in” ... “on” ... “at”?, donde nosotros diríamos “en” (“on the bus”, “in the car”, “at home”).  


Habrá expresiones en las que aparezcan palabras que desconozcamos o en que se nos dificulte el imitar con confianza la pronunciación, entonces detendremos el repaso para hacer una práctica más o menos intensiva de esa palabra, frase o segmento, antes de seguir con la cadena (tal vez eliminando el audio para sólo leer el texto, y repetir en silencio como eco lo escuchado, o alternar las repeticiones con y sin audio).


Si entresacamos de un cuento algunas palabras, frases, oraciones o expresiones idiomáticas que nos interese retener, conservando su significado en el contexto global, recordemos que ése es nuestro objetivo, y no el memorizar la historia completa.


El escribir sólo las palabras desconocidas o que confundimos, repitiendo en silencio el resto de las frases u oraciones, nos ayudará más adelante a reconocer si la ortografía es la correcta o no al verlas (De tarea escribe X veces …), pero por el momento conviene subrayarlas, marcarlas con algún color o transcribirlas.


Una vez identificado el material por aprender lo segmentamos, ya sea en sílabas, palabras, frases, oraciones o párrafos. Según los investigadores el número óptimo de elementos a repasar por bloque fluctúa entre 5 y 9, o sea el “número mágico” de Miller (7 + -2). Después podremos ampliar nuestro vocabulario al aprender algunos de sus sinónimos o antónimos para parafrasear, lo que nos facilitará el recordar los términos estudiados al darnos un mayor contexto sobre su significado.


En otras ocasiones querremos practicar el contenido del video, pero nos parece lento su ritmo, o hasta principiamos a aburrirnos y a dormitar, la solución depende de nosotros: si el actor de voz dice cada expresión dos o tres veces, nosotros podremos repetirla cinco o siete veces en el mismo intervalo. Si el problema es que divagamos, podemos agregar estímulos suplementarios que no nos distraigan sino sólo ayuden a llenar intervalos entre una y otra repetición, p. ej. cambiar la velocidad con que caminamos al estudiar mientras repetimos las palabras o expresiones siguiendo ese ritmo; si es fácil visualizar a lo que se refiere la frase, elegir algunas imágenes e insertarlas como destellos entre una repetición y otra; visualizar en un parpadeo la frase escrita; imaginar el juego infantil en el que los niños palmean sus manos una o dos veces y luego lo hacen con las de un compañero acelerando la velocidad o ritmo, como cuando brincan la cuerda; agregar rima o “tonadita” cuando sea posible (p. ej. carta a Dulcinea en “Man of La Mancha”, min 49, algunos así aprendimos las tablas de multiplicar, canciones o la tabla periódica de los elementos químicos, etc.), alternar de vez en cuando entre las repeticiones en inglés su equivalente en español, etc.


Si nuestra sesión de estudio intenso es larga, más de 15 ó 20 minutos, podrá convenir intercalar descansos cortos o breves períodos de otras actividades que sean agradables. Cada quien tendrá que decidir de que tamaño será “la mordida” que dé a lo que aprende para no atragantarse, y poder avanzar con paso firme.

                                                   Enero de 2024

Iturbide:


La Puerta del Sur del Estado,

      Nuevo León, México

 

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