Iturbide: La Puerta del Sur del Estado de Nuevo León, México.
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Vocabulario Activo y Pasivo
Como estudiantes de una lengua es conveniente acordarnos de que el dominio que tenemos y tendremos del lenguaje abierto y el encubierto no es uniforme, por lo que se dice que tenemos un vocabulario “activo” y uno “pasivo”. El activo lo usamos al hablar o escribir, el pasivo “sólo” lo empleamos para comprender lo que escuchamos o leemos. Este último lo desarrollamos primero y es más amplio, p. ej. al preguntarle a un bebé de brazos, que todavía no hable, “¿dónde está papá?”, cuando éste esté presente el bebé podrá voltear a verlo o señalarlo.
Nosotros como adultos autodidactas, que ya hemos recorrido parte del camino, al aprender la segunda o tercera lengua utilizaremos tanto las operantes abiertas como encubiertas para pasar más rápido del vocabulario activo que estamos aprendiendo al que será pasivo. Aprenderemos desde el principio las palabras, frases y oraciones que tienen mayor frecuencia de uso en la lengua meta, pero apoyados en todo lo que ya conozcamos de nuestra lengua materna y del mundo.
A fin de tener una idea de nuestra comprensión como escuchas de lo que dicen los hablantes nativos del inglés a diferentes velocidades, podemos utilizar el material enlistado en “Puuuros cuentos Chinos” o algún otro de la red. En Google encontraremos desde listas de las palabras más usadas en inglés con su equivalencia en español, de oraciones sólo en inglés, hasta literatura clásica en cualquiera de las dos lenguas. Será suficiente revisar ese material unos cuantos minutos para saber cómo anda nuestra comprensión al hojear los textos o escuchar a los locutores o actores de voz leerlos, y así decidir desde dónde será necesario que partamos (diagnóstico o línea base) para seguir avanzando.
Supongamos que queremos afianzar lo que sabemos repasando “desde cero”. Aunque los “bloques de construcción básicos” sean los sonidos y las letras, se ha visto en la práctica que como adultos es efectivo el apoyarnos en nuestra lengua materna para ir aprendiendo palabras y frases de la segunda lengua, pero hay que eliminar esa muleta en cuanto sea posible, a no ser que nuestro objetivo sea la traducción consecutiva o simultánea, pues en esos casos habrá que aprender a pasar con fluidez de una lengua a otra.
Cuando el curso audiovisual que estemos siguiendo presente los textos en las dos lenguas, podremos comprobar el avance de nuestro aprendizaje al retroceder a material ya estudiado, eliminar el audio y sólo leer textos en uno de los idiomas para obtener retroalimentación o “feedback” de la facilidad con que los recuperamos en el otro, o hacer el mismo ejercicio en base al audio monolingüe sin mirar los textos (la retroalimentación o “feedback” es la información inmediata de cómo lo estamos haciendo). En cualquier caso, conviene registrar el número de la palabra o el minuto en que aparezcan las expresiones con las que tengamos dificultad para seguir repasándolas.
Si estudiamos durante períodos prolongados podremos reforzar la lectura, escritura o pronunciación intercambiando el ejercicio de esas actividades; o al practicar alternando partes de los cursos o programas elegidos de dificultad equivalente, o que ya hayamos practicado, pues así escucharemos a diferentes actores de voz al mismo tiempo que trabajamos con “piezas de construcción” de tamaños semejantes, lo que dará variedad a la práctica en cada sesión y evitará nos acostumbremos a la pronunciación de un sólo locutor. Reconozcamos y celebremos nuestros logros en cada etapa del aprendizaje. Si no lo hacemos nosotros ¿quién?, si no es ahora ¿cuándo?.
El escuchar y repetir imitando las frases y expresiones que nos modelen a la vez que las leemos, tiene la ventaja de que recordaremos mejor las palabras que las integran que si las memorizáramos aisladas, pues estamos recibiendo la estimulación ya en bloques por más de un sentido (visual, auditivo y motor), aprendemos su significado por contexto, y poco a poco agregaremos a nuestra habla los patrones de ritmo y entonación propios de la lengua. De cualquier modo, el compromiso sigue siendo dar sólo un paso a la vez, mientras sea posible, y evitar que se nos enreden las patas como al ciempiés del cuento. Estamos seguros de que para nosotros el lograr la fluidez en esa lengua no sólo es deseable sino posible. ¡Vamos por ella!. Ya llegará el momento en el que al entreoír las expresiones comprendamos su significado sólo por la entonación o el contexto.
Enero de 2024
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