Iturbide: La Puerta del Sur del Estado de Nuevo León, México.

 
 


                           Autodidactismo


Aquí nuestra propuesta de aprendizaje autorregulado está dirigida a personas jóvenes o adultas que decidan invertir tiempo y esfuerzo en sí mismas, y el modelo teórico sugerido para lograr los diferentes objetivos buscados es el de la modificación de la conducta cognoscitiva o cognoscitivoconductual. Una primera ventaja de emplear este enfoque psicológico está en que quien aprende puede ser a la vez el instructor (autodidacta), por lo que no habrá gastos por honorarios; y otra más, que tal vez sea mayor, es que los mismos principios que se siguen para modificar la conducta verbal podrán aplicarse en cualquier otra área de interés personal.


Al seguir este enfoque psicológico es necesario hacer tanto un análisis teórico como práctico de los objetivos por alcanzar, y de la forma de aplicar los procedimientos para lograrlos. Ya que nosotros mismos seremos quienes nos embolsemos los honorarios, podríamos decir que como “profesionales” o “científicos” del área estamos realizando un análisis tanto racional como empírico (¡Ah … la imagen!), esto es, vamos cambiando de objetivos según logremos resultados, y todo por los mismos costos.


Esta perspectiva del estudio de la conducta se desarrolló a lo largo del siglo pasado mediante investigaciones realizadas en laboratorios y con poblaciones de diferentes partes del mundo. Para resumir una larga historia en unas cuantas palabras (en una cáscara de nuez) diremos que las conductas son de dos clases: las provocadas por los cambios medioambientales previos a su aparición (Estímulo–Respuesta, E-R o Refleja), y las que al producirse alteran u operan sobre el medio ambiente (Operantes o R-E). Ejemplo del primer tipo (E-R) sería que ante la imagen de un limón o caramelo salive, y del segundo (R-E) que al empujar una puerta ésta se abra o me golpee con ella, y su frecuencia de aparición se incrementará o disminuirá dependiendo de qué consecuencias las sigan o no, éste comportamiento es el más frecuente en el ser humano.


La conducta verbal o lenguaje sigue básicamente el segundo modelo o paradigma (R-E: llamo a Tolín, si me responde sigo hablando con él, si no lo hace me dedico a otra cosa). Aunque en caso de que haya componentes emocionales en la interacción personal, ésos seguirán el esquema o paradigma E-R (me insultan y mi ritmo cardiaco se acelera, sudo, me sonrojo, etc.).


Para facilitar la adquisición de las conductas que todavía no tenemos en nuestro repertorio conductual, hay dos procedimientos que pueden emplearse juntos o por separado: el moldeamiento por aproximaciones sucesivas a la meta (como en la alfarería), y el modelamiento o imitación. Como dijimos antes, la humanidad ha empleado estos procedimientos por miles de años sin tener la menor idea de que ahora habría profesores, psicólogos, logoterapeutas, etc. que los usarían de forma sistemática para establecer con efectividad conductas que consideran deseables, y que no se dieron de forma espontánea, o para disminuir o eliminar otras que sean indeseables en ciertas situaciones.


En la locomoción, por ejemplo, quién no ha visto cómo el bebé al estar acostado se gira de lado, aprende a estar sentado en equilibrio, gatea, hace pininos o se equilibra en los dos pies, da algunos pasos, camina, corre, etc. gracias a las porras de sus fanáticos o al alcanzar algo. En cuanto al lenguaje, ese bebé al principio produce todos los sonidos necesarios para hablar cualquier idioma existente en el mundo, pero las personas con quienes convive sólo harán caso a los que se parezcan a las palabras que ellas usan en su vida cotidiana (..ma, .amá, mamá), para luego sólo hacerle la gran fiesta cuando imite los sonidos orales que se le estén presentando como modelo.


Aquí haremos un par de aclaraciones para evitar desde ahora malentendidos muy comunes, primero: no es suficiente con comprender muy bien los principios y procedimiento de esta teoría del aprendizaje para lograr los objetivos deseados ¡hay que aplicarlos!. Cuando sufrimos de enfermedades crónicas como diabetes o hipertensión arterial y el médico nos prescribe ciertos medicamentos, dietas y ejercicios físicos, pero no seguimos las indicaciones ¿por qué quejarnos de que el tratamiento “no funcione”?. Otra posible objeción a esta teoría es ¿cómo aceptar que su aplicación sea efectiva con “los reyes de la creación”, si en principio se basa en procedimientos comprobados en el laboratorio con “animales inferiores”?. De la misma forma que con la mayoría de los tratamientos médicos: hay que ir verificando los resultados después de su aplicación. Si lo que se busca son cambios inmediatos sin ningún esfuerzo, favor de pasar al departamento de varitas y palabras mágicas en algún otro lugar. No dudamos haya formas mucho más divertidas de pasar el tiempo, si ésa es nuestra meta y tenemos el dinero necesario para hacerlo.

                                                   Enero de 2024

Iturbide:


La Puerta del Sur del Estado,

      Nuevo León, México

 

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