Iturbide: La Puerta del Sur del Estado de Nuevo León, México.

 
 

                           

                                   Pilón


Al aprender nuevo vocabulario u otra lengua necesitamos definir nuestras metas u objetivos, qué es lo que nos proponemos ¿sólo reconocer su significado al escuchar o leer algo, o poder usar nosotros ese vocabulario para decir o escribir lo que queramos?.


Si conocemos el área en que se utiliza una palabra en nuestra lengua, sólo tendremos que aprender su equivalencia en la lengua meta, pero si no es así no nada más necesitaremos aprender la palabra sino también el contexto en que se emplea.


Al disponernos a estudiar, tengamos presente la cantidad de trabajo realizado por los grandes genios o artistas de cualquier área de la cultura para dejar a la humanidad unas cuantas obras maestras o descubrimientos científicos. Al estudiar una lengua tal vez nuestra meta no sea llegar a ser oradores o literatos destacados, pero para la mayoría de nosotros el esfuerzo requerido será proporcional a lo que nos propongamos alcanzar.


Incluso siendo buenos lectores y conociendo bien la lengua o el tema, habrá ocasiones en que será necesario que escuchemos varias veces una canción o cuento, veamos una película o releamos el texto para comprenderlos mejor, y no es porque éstos estén mal redactados, sino al contrario, porque cada vez captaremos algo que habíamos pasado por alto. A esto se le ha llamado “captar el subtexto”, “leer entre líneas” o “leer a profundidad”.


Independientemente del procedimiento que estemos siguiendo para aprender, habrá “expertos” que nos digan que eso no funciona (al menos no para ellos, y tal vez ni siquiera lo hayan intentado), pero quienes tenemos que decidir si en nuestro caso funciona o no somos nosotros mismos.


Es posible que nos convenga revisar los principios del aprendizaje (WIKIPEDIA) o la propuesta de Benjamín Bloom para graduar nuestros objetivos (memorizar datos, comprenderlos o parafrasearlos, analizarlos, etc.), pues por algún lado tendremos que principiar. Así es que ¿por qué no probar? (recordemos a los niños de “El cuentista” de Saki).


El aprender nuevo vocabulario, cotidiano o técnico (ciencias, artes y oficios), nos ampliará las posibilidades de comunicación y acción, pues podremos usarlo “sólo” para entender a otros (pasivo) o también para comunicarles algo (activo). Por el medio o con quien la empleemos, el habla cotidiana podrá ser informal (con hermanos, amigos, etc.), o formal (con figuras de autoridad como padres, maestros, jefes, etc.).


Como vemos, es el medio en que nos movamos el que determinará que cierta parte de nuestro vocabulario sea “activo” o “pasivo”, “formal” o “informal”. Cuando alguno de los participantes en la conversación no toma en cuenta el contexto en que lo hace, otros pueden acusarlo ya sea de “vulgar” o de que  “habla como libro”.


Independientemente de lo que hagamos, siempre estamos recibiendo retroalimentación o “feedback” (información inmediata de “cómo” lo estamos haciendo), ya sea interna o externa; la que a la vez podrá ser visual, auditiva, motora, social, etc. y reforzar o castigar la conducta de quien esté actuando.  


Con base en los ejemplos de alternativas aquí presentadas para el aprendizaje de lenguas, cada quien sacará conclusiones de cuáles le podrán ser más útiles, pero no queremos dejar pasar tres de las que nos resultan más obvias:


  1. 1.En ésta, como en muchas otras áreas de la vida, no debemos ser maniqueos en cuanto a sus posibilidades de aplicación, pues la gama de grises va de los “casi” blancos a los tonos tan obscuros que “casi” son negros.

  2. 2.Si la lengua se define como un sistema de símbolos arbitrarios organizados  para la comunicación humana ¿será necesaria la presencia física de otras personas para aprender un segundo idioma?. En la actualidad, aunque estemos “aislados” (como en una nave espacial o un submarino), es posible tener acceso a alguno de los medios de comunicación desarrollados en los últimos siglos (como teléfono, radio, televisión, etc.).

  3. 3.Puesto que lo que comunicamos a otros o a nosotros mismos es sobre lo que sucede en el ambiente interno o externo ¿una vez que aprendamos a hacerlo, ya no será necesario seguir aprendiendo?. La respuesta “dependerá” de dónde y cómo queramos vivir,  seguramente tanto nosotros como nuestro medio seguiremos cambiando, y con ello nuestras necesidades.


Cuando ya nos sintamos satisfechos con nuestro aprendizaje de la lengua, poco a poco iremos notando que las traducciones o subtitulados que nos ofrecen las canciones o videos que estemos revisando no siempre son “correctos” en nuestro medio social. Esto se puede deber a varias razones, entre ellas a que algunas son realizadas de forma automatizada, no son hechas ni editadas por humanos, otras corresponden a dialectos diferentes al nuestro y, por supuesto, también habrá errores humanos  que por descuido no se corrijan. ¡Otra oportunidad para aprender al detectarlos!.


Si alguna vez nos preguntamos por qué en una misma denominación religiosa cristiana hay varias traducciones de la Biblia  a la misma lengua (p. ej. católicas en español), o diferentes versiones modernas de los libros clásicos de la lengua castellana (p. ej. de “El Quijote”), ahora ya sabremos la razón: son adaptaciones a los dialectos o sociolectos de los hablantes de ciertas épocas o regiones.


Doctrina Social Cristiana ( Católica )

Si das a un hombre ambriento un pescado

comera un día,

si lo enseñas a pescar

comera toda la vida.

                           IMDOSOC

PERO ¿ podrá llegar hasta el río o lago donde haya  peces sin haber comido ?

Mt 14:20 y 15:37, Mc 8:8, Lc 9:17


Testamento de Judas

… que hubiera una conflagración,

Y así no quede rastro de la traición.


       Síntesis

     Y, totalmente desnudos,

          Seguimos en el desfile.

    o

   Y … seguimos en el desfile.


En palabras de doña Jose: Se hace lo que se puede, con lo que se tiene, donde y mientras sea posible y ...  cuando no, ¡“pos” no!.


Cazadores de Ilusiones


Cuentan que los sefarditas que llegaron de la Nueva España hasta estas regiones del Nuevo Reino de León venían rama seca en mano, como niños entusiasmados persiguiendo mariposas, para así recordar que la intención sólo era seguirlas en su trayecto, no matarlas.


Árbol al que no se deje crecer


no dará sombra, flores, ni frutos.


¡Éxito en sus actividades!, sin olvidar las del

aprendizaje autónomo.

 

                                                   Enero de 2024

Iturbide:


La Puerta del Sur del Estado,

      Nuevo León, México

 

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