Villa de San Pedro

                             de

           Iturbide, N. L. México

 
 

El Rey en Cueros Siguió en el Desfile


En mis tiempos no sabíamos leer. Adivinábamos. Así lo sabíamos todo.

      de Mi Fausto (“Mon Faust”)

      por Paul Valéry

Aquí también las campanas tienen historia. Este subtítulo pudiera parecerles juego de palabras o albur mexicano a algunos lectores, pero sólo es la descripción de un hecho, aunque cada cronista lo cuente de forma diferente.

El Primer Informe de Gobierno Municipal, rendido por Don Antonio Meléndez en 1853, reporta que para esa fecha el templo ya cuenta con las dos campanas (Alvarado S., Repaso … p 35).

Gómez D. dice que antes de 1894 se fundieron al lado del panteón “… las dos grandes campanas que substituyen a la anterior” (¿?), -fueron nombradas Carmen y María de Jesús-, y que por 1914 la más grande pasó a ser “La Mocha” al recibir impactos de granada (Monografías … I, p. 41). Algunos de los vecinos de la localidad convirtieron esos “impactos de granada” en cañonazos, pero nuestros informantes aseguraban que en realidad “se rajó” porque la repicaron durante una candelilla un 12 de diciembre, para celebrar la presencia del cura en la Villa, pues sólo los visitaba “cada muerte de obispo”, y después se desprendió el pedazo (Gómez D. reporta que la bendición de la iglesia se demoró casi medio siglo, se efectuó hasta 1895 -Monografías … IV, p. 68-).

 La versión de nuestros informantes sobre la historia de “La Mocha” es la que nos parece más probable, pues de niños vimos ese pedazo de metal en un rincón de la sacristía, las campanas hasta la fecha están casi a la intemperie (en una espadaña), y por la calle frente a la iglesia algunos días de invierno hay gran corriente de aire helado. Dicha campana “por 1958 es refundida totalmente en Montemorelos … a vistas de gente de la Villa ...” (léase: en presencia del Alcalde de la Villa, un “innombrable” divorciado y vuelto a casar por lo civil -Monogafías I … p. 41).

Chávez S., (“Crónica”, Vol. 1, No. 3, jun. 2020), reporta que, : “según datos del Archivo Municipal” y la tradición oral (¿fotografías de documentos para confirmarlo?, pues nos permitiría complementar los datos presentados por Gómez Danés,  Monografías  … I,  pp. 15-29), las campanas se llaman Ma. de Jesús y San Pedro -o sea el primer transexual de la Villa, pues pasó de ser “Carmen” a “Pedro”, ¡y no sale de la iglesia le muy ... moche!-, y que éstas datan de 1897. También afirma que la construcción del templo terminó hasta el 31 de diciembre de 1938, bajo la supervisión de Pedro M. del Campo, cura de Linares; pero si el visitante al entrar a la iglesia levanta la vista no espere tener una visión celestial, sino sólo la de un techo de vigas en una de las cuales se dan los datos de su reconstrucción. Gómez D. por su parte señala como fecha de esto 1931 (misma Monografía … I, p. 46). 

¡Caaaambio láaaamparas vieeejas … ! El mismo número de “Crónica”, y con las mismas fuentes, presenta fotografía de un crucifijo y una imagen de San Pedro, de pasta contemporánea, bajo el título de “nuestros tesoros religiosos” (antigüedades), pero Gómez D. habla de “un Jesús Nazareno de fines del XVIII y un San Pedro, rústico y viril, posible talla local, y del mismo que esculpiera el San Pablo, que está en Galeana ...” (misma referencia anterior). Por nuestra parte, los viejos de la Villa, recordamos una imagen antigua de la Virgen de los Dolores que ya ni se menciona. ¿Qué les pasó a las imágenes originales o dónde estarán?, ¿les cambiaron a los feligreses de la parroquia de San Pedro Apóstol lámparas viejas por lámparas nuevas, como a la esposa de Aladino en el cuento?.

"Con la pena, pero …”. Chávez S. participó en una de las videoconferencias llamadas “Crónicas Municipales por COVID 19” (31 de Agosto de 2020, LiveCONARTE), con Sergio Rodríguez como entrevistador, quien al hablar del contexto cultural se vio en la necesidad de aclarar (en el minuto 43) que el nombre “Los Altares” es del paraje en que se encontraba el mural y no de éste, el que en realidad se llamó “El Flechador del Sol”, por presentar en la parte superior una imagen semejante a la que está en el escudo de Monterrey. 

El destino de ese mural (Iturbide, N. L., Mex.) no fue nada afortunado, hasta le levantaron falsos tanto autoridades civiles como religiosas. El Gobierno Municipal de Iturbide en su página de INAFED lo describe como monumento a “los camioneros”, y Gómez D. como a “la Patria” (Monografías … I, p. 45), pues “según se dice” la Diosa del Maíz -figura central- era bisexual (en realidad la misma planta de maíz presenta inflorescencias masculinas y femeninas, por lo que es hermafrodita).

Durante el mes de octubre (2020) los “3 Museos” de Historia (en Monterrey) realizaron una serie de entrevistas con cronistas municipales del Estado, bajo el nombre de “Café con Historia”, y el tema fue “Orgullo Patrimonial”. Chávez S. participó en la del día 20 (trasmitida en vivo por Facebook Municipal), y nuevamente apareció el tema del mural, al cual ella insistió que en Iturbide se le llamaba de diferentes formas, como los Altares, el Águila o simplemente el Mural. También le pareció oportuno contarle a la entrevistadora algunas historias fantásticas o de exageración relacionadas al tema, como que Federico Cantú desde abajo daba instrucciones y disparaba una pistola para señalares a sus ayudantes que estaban en los andamios dónde quería que modificaran algo, que este escultor fue precursor del muralismo, que la obra fue Patrimonio de la Humanidad  y que el Gobernador quedó muy impresionado porque no se esperaba algo así. Respecto a esto  la entrevistadora sólo comentó que para entonces Federico Cantú ya era conocido, y que en Monterrey hay varias esculturas de él. En cuanto al “Orgullo Patrimonial” del Municipio, Chávez S. sólo mencionó: el aire tan limpio, la tranquilidad (¿?), el privilegio de vivir en un pueblo y su gente que hace bien su trabajo. Aquí aprovechó la entrevistadora para ironizar: “¿Es tu reto como cronista?” (risas).

Sería interesante saber qué significó para los habitantes de Iturbide, si es que tuvo algún significado, el que se derrumbara un mural esculpido en la roca a unos cuantos kilómetros de la Villa.

Quienes están interesados en saber sobre los pobladores del Municipio con frecuencia preguntan si éstos van a trabajar a Estados Unidos, y parece ser que la respuesta obligada es no, aunque quienes lo nieguen tengan en el Pueblo tíos o primos que ya estén pensionados por haberlo hecho, y otros que todavía vivan y trabajen allá, como es el caso de algunos de los familiares de Chávez S. o de los informantes de Coral Aguirre (p. 29). A veces son más visibles los vecinos que salen a trabajar a las poblaciones cercanas y regresan los fines de semana que los miembros de la propia familia que trabajan en el extranjero.

En esa ocasión la entrevistadora hizo el cierre invitando a los teleespectadores a ir a Iturbide y preguntar a los habitantes qué es lo que los llena de orgullo, además anunció que la siguiente entrevista sería con la Cronista de Zaragoza, N. L., donde seguramente “también piensan que es el pueblo más hermoso del mundo”.

¿Qué es lo que da identidad cultural a los habitantes de  San Pedro de Iturbide?. ¿Qué hace que ésta no sea sólo otra “típica villa en la sierra”?, como dice el Canto a Iturbide.

Podremos decir muchas cosas de los cronistas de Iturbide, pero no que sean pichicatos a la hora de conferir títulos o ascensos (lo que por cierto no está dentro de sus atribuciones). Gómez D. otorgó el grado de General al feligrés de la parroquia Remigio González (Monografías .. I, p. 43), quien “sólo” se había dado a sí mismo el de Teniente Coronel (lápida, en el panteón municipal); Chávez S. declaró al mural “El Flechador del Sol” Patrimonio de la Humanidad y, según comentaron en la misma entrevista, fue un cronista de Bustamante (Carlos Gómez) quien otorgó a Iturbide el título de “Capital del Tejido en Nuevo León” (INAFED). 

Aunque a los exiliados no nos lo pregunten, estamos seguros de que los nuestros (y nosotros con ellos) se sintieron muy orgullosos del patrimonio cultural que han dejado no sólo al Municipio sino a la Nación los jóvenes y no tan jóvenes héroes al defender del enemigo al terruño, a los vecinos e ideales; de las mujeres de ayer y de hoy que han sabido sacar adelante a sus familias, sin importar las circunstancias por las que ellas atraviesen (otras generalas, según Gómez D.); de los hombres que con su trabajo honesto y constante mantienen vivo en los hijos el deseo de superación personal; de la evidencia física (presidencia municipal, iglesias, escuelas, casas, etc.), y los registros documentales que muestran que aquí estuvimos como grupo humano.

Estamos seguros de que la nuestra no es la única, ni siquiera la mejor historia por contar, pero es la nuestra.

 

FECHA DE ACTUALIZACION


                   Junio de 2022


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